La Xunta te da cita para una consulta, una prueba o una intervención quirúrgica saltándose los plazos legales de espera que ella misma se ha impuesto. Y acto seguido te llama para decirte que lo que ella no puede hacer, sí pueden hacerlo en un hospital privado, al que está dispuesta a abonarle lo que cueste atenderte en las mismas condiciones. Si aceptas, lo hacen en pocas semanas, en días, incluso. Si no, el Servicio Galego de Saúde (Sergas) entiende que has rechazado la solución a tu problema y te excluye de las listas de espera. Una oferta que nadie puede rechazar.
Este es el sistema mediante el que el Servicio Galego de Saúde hace “de comercial” de la sanidad privada, según denuncian médicos, asociaciones de pacientes, sindicatos y organizaciones políticas. Esas clínicas han facturado a la Administración pública en Galicia más de 600 millones de euros en los últimos tres años.
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